Nadie nace siendo un experto, todos comenzamos sin saber, y honestamente eso es lo que hace aprender divertido, el poder ir creciendo, progresando y subiendo de nivel. Te puedo asegurar que aún el fotógrafo más famoso cometió errores en sus comienzos, y aún luego de muchos años es normal cometer errores quizás ‘’más avanzados” 😅. En esta ocasión quiero compartirte 5 de los errores de principiante más comunes, para que te puedas evitar malos ratos y tu proceso de volverte experto sea mucho más fácil y rápido.
- No revisar la configuración de la cámara: A veces, los nervios (o la emoción) de realizar fotos hace que queramos saltar directo al asunto. Esto puede llevarnos a cometer errores que se vuelven una pesadilla de edición. Sé que las cámaras modernas poseen muchas opciones y botones, y que puede ser un poco abrumador, pero asegúrate de confirmar al menos las siguientes configuraciones: formato RAW para tomar las fotos (creo que a todo fotógrafo le ha pasado que accidentalmente han realizado toda una sesión de fotos en JPG y esto nos resta casi todo el control a la hora de editar y baja la calidad bastante) me pasó con una sesión de fotos en exterior y gracias a Dios las fotos quedaron suficientemente decentes para entregarlas al cliente. Otras configuraciones que NO debes olvidar revisar en el momento son el: ISO, Apertura, Obturador, y el espacio restante en tu memoria.
2. Ignorar la composición: La regla de los tercios, líneas guía y otros principios compositivos pueden hacer una gran diferencia en la calidad de tus fotos. Muchas veces, hacemos fotos solo enfocándonos en que nuestro sujeto quede bien, pero jugar con la composición (que no es más que la posición de todos los elementos dentro de una foto) puede llevar cualquier foto aburrida y básica a una foto interesante y llamativa. Mis primeras fotos siempre tenían al sujeto en el medio y todo muy simétrico, muy ‘’safe’’, muy básico y aburrido.
3. Sobreexponer: Como novatos es normal que no manejemos con soltura cómo funcionan la apertura, la velocidad de obturación y el ISO, lo que puede llevar a fotos demasiado oscuras o demasiado claras. Mientras estás aprendiendo a dominar estos elementos recuerda lo siguiente: “siempre es mejor subexponer que sobreexponer”, es decir, es mejor tomar fotos que estén ligeramente más oscuras a tomar fotos muy claras, ya que es más fácil editar la primera opción porque tenemos más información en la foto para manipular, mientras que en una foto explotada no hay nada que recuperar.
4. Tenerle miedo a la luz artificial: La luz es fundamental en la fotografía. Y si bien la luz natural es hermosa y más fácil de trabajar, nos puede limitar mucho porque no tenemos control de ella. Nos limita mucho en el tiempo que la tenemos disponible y la forma en que la recibimos ya que el clima puede cambiar de un momento a otro. La luz artificial puede parecer intimidante pero solo hay que empezar poco a poco y practicar mucho. Es divertido jugar con todas las variables que nos permiten los flashes y strobes y el control y libertad en su disponibilidad.
5. No prepararte el día anterior: Suena como algo obvio, pero si les cuento las veces que por descuido o por prisa llegué a una sesión con las baterías casi descargadas, o como una vez se me quedó un cable que necesitaba para unas luces continuas en una grabación de video. Es el peor sentimiento llegar a una sesión y que te falte algo, nos hace ver poco profesionales, poco preparados y encima nos puede hacer comenzar un trabajo con una energía nerviosa e insegura. Claro, pase lo que pase lo importante es salir a flote y hacer un buen trabajo a pesar de lo que falte, pero que bueno es poder contar con todo lo necesario y estar preparados para imprevistos y que todo fluya sin retrasos porque se nos quedó algo en casa. Por eso te recomiendo siempre preparar tu bulto y tus equipos la noche anterior calmadamente.
